Soltó un fuerte suspiro, la sala era silenciosa, miró su reloj de pulsera y daban las 7:30 de la tarde.
Se incorporó en el sillón y arregló su falda.
-Por fin llegas, Klaus- Le dijo al abrir la puerta
-Hola, corazón, yo también te extrañé
Astrid torció los ojos y luego sonrió, rodeando el cuello del joven quien le dio un pequeño beso.
-¿Lista?- ella asintió.
KLAUS VOOORMANN Y ASTRID :3 |
Cerró la fuera y caminaron hasta St. Pauli, había mucha gente en las calles, cosa rara por aquellos rumbos.
-¿Puedes dejar de dar pasos raros?- preguntó Klaus al ver que su novia se movía al ritmo de una música que no sonaba por ninguna parte, la gente la miraba al pasar.
-No seas amargado, se siente bien moverse
-Pero no en público...
Astrid dio una voltereta y terminó en el piso.
-¡Astrid!- Klaus corrió y le tendió una mano, ayudándola a levantarse- ¿Estás bien? te lo dije.
-Sí, estoy bien...
-Ven, ya falta poco para llegar- Continuaron caminando
-Pero no crees que es demasiado temprano para ir a un bar?
-Ya está oscureciendo, además te encantará la banda, yo lo sé.
Llegaron al Kaiserkeller, no había mucha gente, apenas eran las 8:15 de la noche.
-Es un lugar amplio- Astrid miraba a su alrededor.
Klaus abrió la silla para la chica y ésta se sentó.
-¿Quieres algo de tomar?
-Oh, no gracias. Esperaré hasta más tarde.
Una risa exageradamente escandalosa provocó que ambos voltearan hacia sus espaldas y vieran a un joven sosteniendo la cintura de una chica y ambos riendo, siendo acompañados por otro joven.
-Oh, él es el guitarrista- dijo Klaus
-Parece que sí te gustó la banda
-Es que son estupendos y dicen que son de Inglaterra, también se rumora que son menor de edad
-No creo...
-Ni yo, la mayoría se ven grandes.
-Excepto por él- Astrid ladeó la cabeza, refiriéndose a George.
-¿Klaus?- Una chica se había acercado a ellos
-¿Breana?
-¡Klaus!- Éste se levantó a abrazarla con entusiasmo-
-¿Qué haces aquí?
-Mis amigos tocan aquí, entonces...
-¿Eres amiga de los de la banda?- Breana asintió- ¡Oh, te extrañé demasiado!
-Yo también- Ambos estaban contentos de verse, Astrid sólo observaba
-Mira, te presento a Astrid, mi novia... Astrid, ella es Breana, es una amiga que conocí muchos años atrás, fuimos grandes amigos
Astrid estrechó su mano.
-¿Se quedarán aquí?- preguntó Breana, ambos asintieron- Entonces creo que los veré en unas horas...Hasta luego, chicos- Besó sus mejillas.
-Parece que el mundo es muy pequeño- dijo Astrid apenas Breana se fue.
-Sí, así parece.
A las 10 de la noche varios jóvenes subieron al escenario, el bar estaba casi a reventar.
Y comenzaron a tocar algo que, Astrid más tarde conocería como Cry For A Shadow
Quedó impactada por la forma en que los chicos tocaban, lo hacían de una manera que jamás había visto en otra banda, pronto siguió otra canción, pudo escuchar la voz de Paul y la de John cantar.
-¡Te dije que eran increíbles!- dijo Klaus moviendo la cabeza, todos ahí disfrutaban de la música.
Pero Astrid no se había percatado del joven que la mayoría de las veces estaba dando la espalda.
Volteó un poco y Astrid pudo ver la guapura hecha en persona: Stuart Sutcliffe.
Tras unas horas la gente se fue yendo, pero seguían tocando. Astrid bailaba con Klaus y no podía dejar de admirarlos, le causaban una emoción muy... extraña.
Llegó Breana, un poco triste, a la mesa de Astrid y Klaus.
-Que bueno que se han quedado- les dijo
-Hey, ¿qué ha pasado?
-Bueno, mi amiga, Viridiana, a partido a Liverpool hace una hora, fue a dejarla al puerto.
-Qué mal, ¿porqué se ha ido?
-No aguanta este ambiente- sonrió burlona.
Los chicos dejaron de tocar, Astrid los pudo ver bajar del escenario
-¡Hey, Breana! ¿Crees que puedas presentarme a la banda?- preguntó Astrid, ansiosa
-Oh, claro, ven...
-Iré yo...- se apuntó Klaus.
-John!- Breana les gritó y llegaron hasta ellos- Chicos, ellos son Astrid y Klaus
-Hola chicos, sólo quería decirles que tienen una nueva fan- les dijo Astrid- en verdad, desde hace mucho tiempo que no escuchaba a una banda tan buena, se escuchan tan frescos y... Quisiera hacerles una sesión fotográfica.
Todos se quedaron boquiabiertos, Astrid había sido muy directa.
-Nos encantaría- dijo Paul, rompiendo el silencio- Muchas gracias, de verdad...
Astrid sonrió animada.
Esa noche, todos tomaron una o dos cervezas, escuchando cosas que contaba Klaus y es que él era un hombre de mundo, había viajado a varios lugares, tenía muchas cosas en común con los chicos.
Astrid sólo los veía bromear, Paul decía incoherencias y todos platicaban demasiado, Astrid de vez en cuando aportaba su opinión.
Paul no podía dejar de mirarla, de hecho nadie podía, aquella chica era hermosa, la primera chica decente y con clase con la que estaban tratando después de mucho tiempo.
Astrid alzó la mirada y se encontró con la de Stuart. Él le sonrió y ella se sonrojó, devolviéndole la sonrisa.