Once.

-1963-

-Mr Brian Epstein- se escuchó una voz por el altavoz- Mr. Brian Epstein, lo buscan en la entrada.

-Enseguida regreso- anunció éste- se comportan- les exigió, pero en cuanto este se fue, una bolsa de hierba voló por la habitación.

-¡Buenas tardes!- saludó- la estábamos esperando, adelante

-Gracias, estaba ansiosa por venir. Dicen que los Beatles tienen el mejor carácter del mundo- Estrecharon su mano al entrar al ascensor

-Son buenas personas, pero créame, son el diablo divido en cuatro personas.

El ascensor iba subiendo hasta el cuarto piso, Brian sacó un cigarrillo y le ofreció uno, que con gusto ella aceptó.

Las puertas se abrieron y caminaron por el pasillo hasta llegar 1a una habitación, una suite, por supuesto.

-¡John! ¡Ringo!- les gritó- ¿Qué fue lo que les dije?- Se acercó a ellos y les quitó los porros- Lo siento- se disculpó.

-No se preocupe.

-Bueno, muchachos, ella será su nueva… Niñera.

-¿¡Qué!?- Gritó George- ¡¿Ella?! No es por ofender pero…

-No era lo que esperábamos- dijo John. Los cuatro la miraban con disgusto.

-La tratarán bien. La obedecerán y serán cortecez con ella. Nada de hierba, ni de mujeres, ni de alcohol o alguna otra cosa nociva frente a ella- dejo en claro Brian.

-Pero esta chica apenas es menor que nosotros- dijo Paul, con fastidio.

-Vamos, Paul, cualquier persona podría cuidarte mejor que tú.

-No juegues, Ringo, ella…- Brian salió de la habitación- Ella no puede ser nuestra… ¿asistente?

-¿Asistente?- preguntó la chica- ¿Soy su asistente?

-Supongo.

John sacó un porro y cínicamente lo fumó

-¡John! El señor Epstein a dejado en claro que…

-No. Sht. No. Ninguna niña me va a venir a prohibir cosas.

-Pero…

-Esto es absurdo- dijo Ringo, saliendo del cuarto.

-¡Hey! ¿a dónde vas?- preguntó George

-A tomar aire…

George corrió a con él, seguido de John.

-¡Chicos no pueden salir!- Pero cerraron la puerta en la cara de la chica.

-Qué groseros- dijo ésta, exhalando y dándose por vencida, dando media vuelta para sentarse en una de las sillas del comedor donde se encontraba Paul con una taza de té y el periódico del día.

-Estamos en todas partes- dijo él, riendo, mirando la portada del periódico… La chica sólo observaba, un poco tímida y al ver que no hablaba, Paul le empezó a preguntar -¿Y… qué haces tú aquí?

-Oh, Brian estaba buscando a una… “secretaria”- hizo un ademán con sus manos- Para ustedes.

-¿Secretaria?

-Sí, algo así como alguien que les avise su próximo evento, o les aparte una reservación, les reserve en los hoteles…

-¿Qué eso no lo tiene que hacer él?

La chica se encogió de hombros.

-¿Y sabes dónde será mi habitación?- preguntó ella.

-Ni siquiera sé tu nombre.

-Bien, entonces, tomaré una ducha. Tú sabes… los viajes son largos y necesito refrescarme.

-Adelante.

La chica se levantó y tomando su maleta se dirigió hasta la habitación de la suite.

Minutos después, John, George y Ringo regresaron a la habitación y no encontraban a Paul

-¡Paul! ¡Paul!

-¿Dónde estás, hombre? Te queríamos mostrar…

-¡Cállate!- Paul hizo que John bajara la voz apenas entró a la habitación

-¿Qué haces aquí?- susurró éste.

-Ven…- John se acercó a donde estaba Paul, ambos espiaban por la puerta del baño.

-¿Es la secretaria?- preguntó John

-¡Es Alice, idiota!

La chica abrió la puerta envuelta en una toalla y pegó un grito.

-¿Qué hacían ahí?- dijo asustada.

-Eh….- John señaló a Paul- Fue él.

-No, sólo… nosotros estábamos…

-¡Salgan de aquí! Por favor…

John empujó a Paul y ambos salieron de la habitación.

-¿Qué dices? ¿Quién diablos es Alice?

-¡Alice Cook! Hermana de la que fuera tu novia… Eh… Eleanor!

-¿Alice?

-¡Sí, Alice! Idiota, lo he dicho mil veces.

-Pero no se parecen en nada…

-Será porque la Alice que conociste tenía lentes, granos, trenzas y la piel seca. Ésta Alice es la hermosura hecha persona.

-¿Hermosa? Yo la veo igual de fea…

-Eso fue porque no estabas aquí cuando se metió a bañar- Paul y John sonrieron pícaramente, mirándose y luego rieron.

-De igual forma, no creo que sea ella.

-¡Por dios! Es Alice Cook….