viernes, 6 de septiembre de 2013

Treinta y seis.

Aunque difícil, George trataba de olvidar a Amy y su bonita relación que habían tenido. Esa chica no era para él, y él no era para ella, después de que se enteró que había tenido una affaire con uno de sus mejores amigos; Paul, jamás quiso volver a saber de ella y le advirtió que si se acercaba a cualquiera de ellos cuatro diría toda la verdad.
Faltaban dos días para volver a la gira y George se hundía en el alcohol de un bar, coqueteando con algunas cuantas chicas. Pero ¿quién diría? que la que más le gustaba era la que menos se dejaba.
Una chica delgada, tes blanca, el cabello rojizo y los ojos claros, era francesa, la debilidad de George.
Había estado mandándole tragos e invitándola a sentarse con él pero la chica simplemente se negaba.
Cuando la vio salir del bar, tomando su chamarra, la siguió.
-Hey, espera...
La chica volteó y se detuvo.
-¿Te gustaron los tragos que te mandé? 
-¿Eran tuyos?
George asintió.
-No estaban nada más. ¿A quién agradezco?
-George- estrechó su mano, incrédulo de que no supiera quién era- George Harrison.
-Danielle. Ahora si me disculpas, debo irme, gracias ...
-Hey espera
La chica volvió a voltear
-¿No quieres quedarte a platicar? Me encantaría conocerte, tú sabes...
-Lo siento, debo irme- Y la vio irse, moviendo su cabellera rojiza, traspasando las puertas del bar.
Qué mala suerte, no tenía ni siquiera su número.


* * * * * * * * * * * *
Pero en ese caso, Alice no volvería a actuar, no en mucho, mucho tiempo. Y eso era lo que más le dolía, al menos pudo volver como asistente de Brian.
Habían pasado tres meses y nadie sabía nada, es decir, la complexión de Alice siempre había sido muy delgada y ella trataba de usar suéteres muy holgados o nada ceñido al cuerpo. La que sí era un claro ejemplo era Eleanor, quien estaba feliz y se la pasaba presumiéndolo a todo el mundo.
Entonces era diciembre de 1964, un mes helado y casi lleno de nieve.

-Alice necesito que cheques todo para el lanzamiento de mañana

-Ya lo hice, Brian, está todo bien...
-Alice deja de comer en la cabina
-Lo siento, es que me divierte verlos tan relajados, en cualquier momento puedo hacer esto, mira - tomó un micrófono, subió el volúmen y habló, aturdiéndolos a todos
-¡Basta!- dijo John, frunciendo el ceño y Alice rió.
Brian se sentó a su lado.
-Tengo algo de que hablarte
-Claro...
Brian apagó el micrófono que daba al estudio para que nadie los escuchara pero los Beatles habían escuchado esto último y con curiosidad y disimuladamente miraban a la cabina, preguntándose de qué hablaban.
-Es difícil decirlo, Alice, pero tú eres una de mis mejores amigas
-Habla ya, Brian.
-Bueno...- se notaba nervioso- yo... yo...- se mordía el labio- soy gay.
Alice miraba sus uñas, pensando en que debería de pintarselas de un color azul
-¿Es todo?
-¿No te preocupa?
-¿Por qué debería de hacerlo?
-Todos lo hacen.
-Brian, a la mierda todos, eres un gran hombre, aunque no entiendo por que me lo dices
-Necesitaba sacarlo
-Pues te apoyo realmente
-¿De verdad?
-Claro, te quiero demasiado y tener preferencias diferentes es lo más normal del mundo, la sociedad define "normal" a un hombre y una mujer juntos, es tan absurdo que no acepten las cosas diferentes- sonrió y lo abrazó

Los cuatro chicos miraban impactados lo que ocurría, un abrazo entre Alice y Brian.


Pero, Alice tuvo que separarse de Brian y disimuladamente salir corriendo al baño; las nauseas no cesaban y tenía que correr a vomitar.
Paul lo notó, así que dejó su bajo y caminó hacia los baños, esperando a que saliera.
-¿Estás bien?- le preguntó al salir
-Sí- contestó molesta, azotando la puerta del baño
-Hey ¿qué tienes?
-Estoy harta de esto, Paul.
-¿De qué?
-De todo. Jamás quise quedar embarazada, han pasado tres meses y... 

Y... Ringo iba pasando por el otro lado de la pared que era de cristal, la voz de Alice no fue nada delicada así que lo escuchó.


-...¡Hablado contigo como si no te importara!

-¿Cómo no me va a importar?- gritó Paul

De nuevo discutiendo.

Ringo, por miedo a ser visto siguió caminando incrédulo. 

-Jamás te pedí que me embarazaras.

-¡Baja la voz que nos pueden oír maldita sea!
-Estamos peor que John y Eleanor.

Su voz era increíble mente alta, la definición correcta sería: gritos.


Así que en el estudio, todos los escuchaban discutir.

-Pues si no vas a cooperar, McCartney, al menos no estorbes.
-¡Intento ayudar! Eres tú la necia que no se deja, te has vuelto tan irritante.
-Tú tienes la culpa
-¡Lo ves! ¡Me culpas de todo!
-¡Maldigo la hora en la que me fui a vivir contigo! 
Paul abrió los ojos.
-¿Qué?
-¡Sí! Si no me hubiese ido contigo nada de esto estuviera pasando y yo estuviera haciendo otra maldita película en cualquier maldito lugar del mundo ¡Lejos de ti! ¡Pero no! Me arruinaste la vida, ahora tengo que esperar malditos 9 meses y después toda una vida cuidando a un niño.

Alice dio media vuelta y enojada, caminó.
-¡Alice! ¡Alice Cook, ven!- Paul la jaló.
-¿Qué?
-No hables así.
-¿Cómo?
-Maldiciendo a ... nuestro hijo. Carajo, no tiene la culpa.
-Sí y tú también. ¿Y sabes qué? ¡Me voy!
-¿Qué? ¿A dónde?
-¡Lejos de ti! No soporto una discusión más contigo

Y es que, a decir verdad, llevaban semanas discutiendo.


-No te puedes ir- Alice se safó y caminó hasta la entrada de los estudios, seguida por Paul.

Eran las tres de la madrugada, así que no había nadie afuera a esa hora.

-¡Detente! ¡Alice!- Corrió hacia ella y la detuvo, para darle la media vuelta y quedar frente a frente.
No se dijeron nada, simplemente se miraban, aún molestos los dos.
Alice se lanzó a besarlo con desenfreno, tomándolo del cuello y haciendo que sus cuerpos se acercaran el uno con el otro.
Ninguno de los dos querían parar aquel beso, era algo que desde hace mucho no hacían.
Pero, pasados varios minutos se separaron, chocando sus frentes y mirándose a los ojos.
-Lo siento- dijo ella.
-Sentí miedo. No te vayas.
-Lo siento, soy una estúpida
-No, no lo eres.
-Sí, lo soy.
-No. Es sólo que esto seguramente te ha de cansar y... mierda, a veces no sé cómo actuar. Deja de decir tonterías, por favor.
-Lo siento- lo abrazó y hundió su cabeza en su cuello
-Ven, volvamos...- Tomó su mano y regresaron al estudio.

Alice volvió a su lugar de trabajo igual que Paul, pero el silencio reinaba el estudio, todos estaban incrédulos. Nadie había escuchado lo de Alice más que Ringo y éste estaba preocupado.

6 comentarios:

  1. Las discusiones entre Alice y Paul me dan risa y ternura. ♥

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  2. Discusiones de película, que en el climax se agarran a besos, pobre alice los primeros 3 meses son un asco, vomitas TODO :'( pues.. ¡basta de peleas! >:c

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  3. Jajajaja, Me encanta la bipolridad de Alice :3
    Ringo sabe!! Ahh DIos mio, Ringo me parece tan tierno, :3 pero yo sé que Lo van a notar distraído (John :3) jjaja.
    Amo tu fic, Sube Pronto :3

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  4. Este se va a la sección de mis capitulos favoritos, definitivamente ¡es hermoso!, ¡me encantó! no, espera... no por la pelea(???) si no como describiste tal cosa y me imaginé todo, exactamente y con detalle. HER-MO-SO.

    McCartney, McCartney... tan tierno y perfecto como siempre, me dio un ataque de ternura cuando defendió a su futuro hijo, tan ... ayy no sé <3

    Sube pronto, por favor
    Cuídate

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  5. ahh no lo puedo creer un hijo, pobre Alice,esos estupidos cambios de animo son una tortura,acabo de leer el anterior y casi me desmallo, debe ser horrible saber que hay acabo todo lo que tenias en mete y tienes que volver a planear tu vida, ahora bajo la responsabilidad de cuidar a un niño, bueno esperemos a ver que pasa

    bube pronto bye

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