lunes, 6 de enero de 2014

Cincuenta y ocho :B

Cuando Paul regresó esa noche del estudio después de hacer algunos arreglos a unas canciones, encontró la casa impecable.
Abrió la puerta y no pudo evitar reír al ver a Alice con un mandil rojo, una falda amarilla con puntos negros, guantes y un pañuelo amarrado en la cabeza que fallaba en el intento de agarrar todo su rubio cabello, pues mechones salían por todos lados. Limpiaba un mueble de la sala con mucho esfuerzo.
-¡Alice, ¿qué estás haciendo?!- Reía Paul... Ésta dejó caer el trapo en un recipiente con agua y jabón y se levantó del suelo, limpiando su frente.
-La casa está completamente limpia- dijo, sonriente, como niña pequeña.
-No tenías por qué hacerlo... Mírate... Te ves...
-Sucia.
-No, te ves sexy- Paul le guiñó el ojo y la chica rió.
-Te ha llegado una carta de Escocia- le dijo Alice, mientras meneaba un trapeador por todo el piso de la sala.
-¿A mí?
-No, a Mary...
-Ok, ya entendí...- McCartney subía las escaleras para después bajar con la bebé en brazos- ¿Y dónde está?
-¿Qué?
-La carta.
-En la mesa...- Alice se dirigía a la cocina con todos los utensilios de limpieza para guardarlos en algún lugar pues ya había terminado.
Se quitó el mandil y lo colgó. Desató el pañuelo y sus cabellos cayeron sobre sus hombros.
-¿Qué dice?- preguntó intrigada.
-Es la madre de Aime...
-¿Qué? ¿Y...
-No le entiendo nada, debió mojarse...- Paul leía con dificultad pero al fin y al cabo terminó de leer
-¿¡Qué dice?!
-¡Espera, Alice! Eres demasiado impaciente- la chica rió- Me pide de favor que vaya a Escocia
-¿Para qué?
-No sé, no lo explica pero dice que es urgente.
-¿Irás?
-Supongo.
-¿Cuándo?
-Mañana.
-¿Mañana?
-Sí, Alice, mañana...
-Está bien, me iré a bañar- Alice le plantó un breve beso en la mejilla a su esposo y subió.


* * * * * * * * *
El viernes que Paul partió a Escocia, ese mismo viernes John regresaba de su viaje sólo por algunas semanas.
Fue un día muy extraño, pues tocó en Cavendish Avenue a las 6 de la tarde, esperando ver a Paul.
-Acaba de partir a Escocia- le explicaba Alice, mientras servía té para los dos- ¿Cómo te va allá?
-Oh, estoy demasiado solo ¿sabes? Pero está bien, es entretenido. Deberías de darme clases- Alice sonrió- ¿Y tú? ¿Cómo vas con Paul
-Todo va de maravilla, creo. Estamos bien.
Y ella recordó que John también sabía su secreto, no sabía si preguntarle o fingir como si no supiera, era incómodo estar a solas con él.
-Mira, Alice...- John dejó la taza en la mesa y prendió un cigarro, le ofreció uno a la chica y ésta acepto- Sé unas cuantas cosas que... Son demasiado... Fuertes.
-Paul también lo sabe. Y ya no me importa ni me incomoda en lo absoluto, pero quisiera saber... ¿Cómo lo supiste tú?
John sonrió
-Me lo dijo tu hermana cuando estábamos casados.
Un silencio incómodo apareció, el cigarro cayó de las manos de Alice sobre la alfombra y ella y John se agacharon al mismo tiempo a recogerlo.
-Creo que... Creo que iré a echar un vistazo a Mary.
-Yo... Yo ya me iba, pero... Es que...- Atrevida pero lentamente colocó su mano sobre la rodilla de la chica- No te juzgo, Alice.
-Gracias, John.
-Aunque...- Iba subiendo su mano, la chica se dejaba pero llegó un punto en que se levantó y fue a la cocina.
-Sabes Alice...- le dijo John apareciendo de nuevo junto a ella- Yo quería demasiado a tu hermana
-¡Sí, claro!- dijo con sarcasmo, poniendo las tazas en el lavaplatos- Y por eso te separaste de ella.
-Era necesario...- John se volvió a acercar a ella, muy notoriamente.
-Creo que te tienes que ir, John.
Pero éste, de un jalón, hizo que Alice lo mirara a los ojos muy de cerca.
-¿No te a pasado que te gusta demasiado una persona pero... Es la esposa de tu mejor amigo?
Alice rió a carcajadas.
-Lennon, vete por fav... - Le robó un beso y la estrechó a él con fuerzas para que no pudiera irse, Alice se forcejeaba y lo hizo por unos minutos pero... Era la naturaleza de la chica ser mala, descarada y atrevida.
"¿Qué iba a pasar si se acostaba con el mejor amigo de su esposo?", se preguntó mientras subían a la habitación donde dormía con Paul y se besaban con desespero.
Y la imagen de Paul se le vino  a la mente mientras John la recostaba en la cama
-¡No! ¡Espera!
-Oh, vamos, muñeca.
-No, John, piensa en... ¡Breana!
John besaba su cuello, Alice estaba apunto de empujarlo pero John iba demasiado lejos retirando toda su ropa.
Y pasó lo que iba a pasar. Alice se cubría la cara mientras John se vestía...
-Vamos, no te sientas mal, recuerda aquella vez que Paul te engañó con Jane.
-¡Dios, Lennon! Sal de mi casa.
John se rió y salió de ahí. 

3 comentarios:

  1. ¡Por Dios Lennon! Nunca pierde su encanto de bajador de novias/esposas/amantes, ya veo... Le faltaba su encanto a la novela. Hablando de encanto, Paul McCartney es un amor <3.

    Ahhhh, tienes que subir pronto. Tu fic es la que leo por las madrugadas.
    Cuídate mucho.
    <3

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  2. Lennon jJajaja igual que siempre pobre paul cuando se entere jeeeee caos total
    Sube prontooo saludes <3 <3

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  3. Nooooo, rayos, no ¿por qué Alice no se resistió? Quiero a Paul y a Alice juntos pero Alice...

    En fin, espero el próximo. Besos. :3

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