jueves, 15 de agosto de 2013

Veintisiete.

Un relámpago despertó a Alice, se había escuchado demasiado fuerte, por la ventana se podía ver la lluvia.
Alice tenía los ojos entreabiertos, los talló y se acomodó un poco. 
Otro trueno en el cielo, volteó a ver a Paul y no despertaba, ¡vaya que estaba cansado! 
El cielo se veía como si aún fuera noche, pero Alice miró el reloj y eran las 6:00 de la madrugada.
¡HASTA DORMIDA ES BELLA!
Se levantó y buscó en el vestidor de Paul alguna bata. Encontró una de color blanco y se la puso... Volvió a la cama. 
Alice cerró los ojos y pudo volver a dormir.

                            * * * * * * * 
Pero fue demasiado tarde cuando Paul abrió los ojos, gracias al sol que se metía por la ventana, pudo ver a Alice dormida y sonrió, no quería despertarla, así que con cautela intentó bajar de la cama pero no funcinó, Alice, al sentir sus movimientos se despertó.
-Hola...- Saludó Paul.
-Hey.... 
-No quería despertarte
Alice se estiró.
-¿Amaneciste bien?- preguntó Paul
-Excelente- dijo Alice con una sonrisa y Paul rió- ¿Y tú?
-Perfecto.
-¿Qué hora es?
Ambos miraron el reloj de pared y marcaba las 9:30 de la mañaa
-¡PAUL!- Gritó Alice- ¡Paul es tardísimo!- se levantó de la cama- ¡Levántate!- Alice le quitó la sábanas
-Hey, hace frío- se quejó Paul, cubriéndose con las manos.
-¡Paul! ¡Brian nos va a matar a ambos! ¡John, George, Ringo! ¡TODOS!- Alice juntaba su ropa como loca
-¡Alice, relájate!
-¡Levántate!- Alice jaló de las piernas de Paul y lo tiró al suelo, Paul rió- ¿Dónde está mi camisa? 
-¿No quieres ducharte, primero?- decía Paul levantándose del suelo
-No hay tiempo
-Anda, hay que tomar una ducha...
-¡Paul casi son las 10 de la mañana! Teníamos que estar en los estudios a las 7 ... ¡Todo por cumplirte tus deseos carnales, McCartney!- Decía Alice, buscando su ropa interior como loca
Paul reía
-¿Buscas ésto?- preguntó Paul
-¡Paul, dame eso!- Alice fue hacia él pero Paul alzaba el brazo derecho, impidiéndoselo
-Tenemos que ducharnos...- La cargó y Alice gritó
-¡Bájame!- Llegaron hasta el baño y Paul abrió la llave, bajando a Alice y haciendo que se mojara. Soltó un grito
-¡Este helada!
-¿No es refrescante?
-Te odio tanto- dijo Alice, resignándose. Paul rió.
Y terminaron por ducharse. Alice, mientras se tallaba el cabello lo miraba con coraje y su mirada no era la mejor de todas
-¿Qué tienes?- preguntó Paul
Alice le dio la espalda.
Terminó Alice y salió primero que él.

* * * * * * * * * * *
En el camino a los estudios, Alice llevaba los brazos cruzados y miraba hacia la ventana.
-Insisto en que debimos de desayunar algo- dijo Paul, dando vuelta en una calle
Alice no le hacía plática.
Llegaron y como lo supuso Alice, Brian estaba furioso. 
-¡¿Dónde estaban!? ¡Paul! Estamos retrasados cuatro horas por ti! ¡Alice! Se supone que tenías que cuidarlo, no sonsacarlo
-Lo siento, Brian pero es que yo...
-¡Anda, Paul, vete con los demás!- Paul salió de ahí.
-Vamos a contratiempo, Alice, ¿y todavía se dan el lujo de llegar tarde? 
-No volverá a suceder.
-Pues eso espero...- Dijo Brian, furioso.

* * * * * *
Iban a grabar la escena de "If I Fell", todos esperaban a Paul
-¿Hey, dónde estabas?- preguntó Ringo
-Con Alice- dijo George- eso es seguro
-¿Porqué tan tarde?- preguntó John
-Sí, estaba con Alice- dijo Paul y guiñó un ojo. Los otros tres rieron. 

Y comenzaron a grabar.
Durante todo el día, Alice iba de aquí para allá, trabajando, Paul la miraba pero ésta solo esquivaba su mirada y no le hacia ningún caso. Hasta que llegó la hora del descanso.

-¡Breana!- Alice la abrazó
-Hola...
-¿A qué has venido?
-Sólo quería visitarlos, partiré en dos días
-¿Te regresarás a Hamburgo?- 
-Sí, pero seguro volveré a visitarte
-Deberías de quedarte más tiempo, casi no te vi y después de tantos años.
-De hecho, le he dicho a Eleanor que salgamos mañana. Vamos a tomar un café o algo así... Invitaré a Astrid y puedes invitar a la nueva novia de George esta... ¿Amy?
-Sí, Amy... Pues bien. Entonces nos vemos
-Claro. ¿Dónde están los demás?
-Grabando
-¿Cuánto les falta?
-Unas semanas... Ojalá ya terminen.

-¡Breana!- Ringo se acercó a ella y también la abrazó- ¿Cómo estás?
-Bien- Breana sacudió el cabello de Ringo- ¿Y tú?
-Hambriento... ¿Alice podrías traer algo de comer?- dijo en tono muy educado
-Claro.
-Mejor vamos los tres...- dijo Breana.

Y los tres fueron a la cafetería y ordenaron algo rápido.
-¿Entonces harás el examen para esa escuela?- decía Breana, con la boca llena
-Sí. ¿Crees que pase?
-¡Claro! Eres Alice Cook... ¿Y tú, Ringo? 
-¿Yo qué?
-¿Cómo te ha ido?
-Oh, excelente... Ya sabes... todo tan apresurado... ¿Pero sabes? Deberías quedarte- la miró a los ojos
-¿Porqué?- preguntó
-Por que... ¿qué haces en Hamburgo?
-Trabajo de mesera en un restaurante y próximamente quiero escribir un libro
-¡Un libro! ¿De qué?- preguntó Ringo
-Sobre ustedes
Él rió
-Es buena idea- dijo Alice
-Sí, sobre sus días en Hamburgo. ¡Llegarán lejos! Siempre han sido mi banda favorita. Cuando tengan toda una carrera hecha lo publicaré y el mundo podrá ver por todo lo que pasaron antes de ser tan grandes.
Ringo sonrió.
Alice vio a Paul por la ventana de la cafetería
-Ahora vuelvo...- Bebió agua, se limpió la boca y se levantó para salir de ahí, dejando a Breana y Ringo solos.

-Hey...- saludó Paul.
-Escucha- dijo Alice- Será la última vez que llegamos tarde a cualquier lado que tenga que ver con The Beatles y el trabajo.
-Claro...
-¿Porqué hablas tan relajado? ¡Preocupate un poco, Paul!
-No hay porque...- Paul no borraba la sonrisa de su rostro
-¿Porque sonríes como idiota y me miras de esa forma?
Paul rió y no respondió.
-Bien, debo irme...- dijo Alice, besó a Paul y le dio la espalda para caminar, ¡pero oh sorpresa! Paul golpeó su parte trasera sensualmente con la palma de su mano.
Alice se detuvo, volteó a sonreírle y se fue directo a la cafetería de nuevo

miércoles, 14 de agosto de 2013

Veintiséis. Mátenme e.e ¡Las adoro!

Después de pasar la noche en casa de John, Eleanor volvió a casa de Alice como a las 12 del mediodía.
-¿Qué no deberías de estar en el trabajo?
-Brian me dio el día libre... ¿Porqué tienes esa cara? 
-¿Cuál?
-Te vez algo triste o... apagada.
-No, es sólo que...- Eleanor se sentó en el sillón al mismo tiempo que lanzaba un fuerte suspiro
-Todo fue muy inesperado.
-¿De qué hablas?
-Lo que me ha propuesto John- Eleanor veía su anillo mientras lo movía con sus dedos- Ayer, mientras estaba con él en su habitación, incluso hoy al despertar y verlo a un lado mío estuve más convencida de casarme con él pero... Es una barbaridad ¿no crees?
-¿Qué?
-El hecho de que de un día para otro me proponga algo que durará para toda la vida.
-Eso es lo que se espera, pero, nadie te asegura que será para toda la vida.
-El punto es que ni siquiera tengo un buen trabajo, tengo poco dinero y...
-Estudia actuación conmigo, sé modelo, viaja y haz lo que aprendiste, abre tu propio restaurante...
-¡No podré hacer nada de eso si me caso!
-¿Quién dijo que no?- Preguntó Alice.
Eleanor sonrió
-De verdad quiero estar con John...
-Es un buen tipo
-Y es... - Eleanor suspiró- es perfecto para mí.
Sonó el timbre.
-Bien, creo que es hora de irme
-¿A dónde vas?- preguntó Eleanor.
-No lo sé, Paul me invitó a su casa.
-Con razón vas tan guapa
-Adiós- Alice besó la mejilla de su hermana y salió de ahí.


* * * * * * * * *
-Nunca había visto esta parte de tu casa- Dijo Alice, estaban en el ático, habían varios muebles viejos y un piano y una fogata.
-Me gusta venir aquí.
-¿Tocas el piano?
-Claro...
-Toca algo.
-¿Como qué?
-Lo que sea, Paul, eres un Beatle...
Paul se sentó en el piano y pensaba qué tocar, hasta que se le ocurrió una melodía, era algo así como "I'll Follow The Sun"
Alice lo escuchaba y cuando terminó le sonrió
-Tocas excelente
-Gracias.
-¿Paul para qué me trajiste aquí? 
¿PORQUÉ ES TAN HERMOSA
¿PORQUÉ?! ¡LA AMO!
-Sólo quería pasar tiempo contigo, ya sabes, mañana empezarán ahora sí, enserio, las grabaciones de la película y hasta tú tendrás mucho trabajo. Además... Ven...- Paul se levantó y tomó la mano de Alice, bajando muchas, muchas, escaleras hasta llegar a la planta baja y salir al auto.
Paul le abrió la puerta y Alice entró
-¿A dónde vamos?- preguntó Alice, poniéndose el cinturón de seguridad
-Royal Academy Of Dramatic Art.
-¡¿Qué?! ¡¿Enserio?! Pero, Paul yo... no tengo dinero para pagar una inscripción ahí, ni siquiera me aceptarían
-No te preocupes por eso...
Alice quedó boquiabierta y anonadada en todo el camino, apenas llegaron, Alice bajó rápidamente sin esperara a que Paul le abriera la puerta y se quedó mirando a la puerta de aquél edificio.
-Vamos...- Dijo Paul.
Entaron, era una sala inmensa con muchos cuadros colgados y una recepción obviamente, la recepcionista no pudo creer que Paul McCartney estuviera frente de ella, era una muchacha, tendría 20 a lo mucho.
Pidieron informes, las inscripciones estaban abiertas, el examen sería dentro de tres semanas y el costo, como supuso Alice, era muy elevado.
Después de estar varias horas ahí pudieron irse.
Lo primero que hizo Alice al salir fue abrazar a Paul con muchas fuerzas.
-¡Gracias, Paul, te amo!- le dijo.
-Aún no me agradezcas, te amo también.
* * * * * * * * *
Pero Alice no tenía mucho tiempo para estudiar, ya que los chicos estaban grabando.
Era 14 de marzo y los chicos grabarían en Twickenham Studios.
Alice estaba exhausta, se concentraba en estudiar y al mismo tiempo en trabajar.
Eran las 7:30 de la mañana y ya estaba en los estudios.
-Alice, por favor tráeme un café- pidió Brian- Oh, y ten- le dio más dinero- comprate uno tú
Fue a comprar dos cafés y de regreso a con Brian tenía que subir una enorme escalera de caracol.
Intentaba mantener el equilibrio, pero un hombre no se dio cuenta de su presencia y bajó las escaleras corriendo, chocando con Alice, provocando que ésta tirara ambos cafés
-¡Oh, no!- dijo Alice- ¿Estás bien? ¿No te has quemado?- le preguntó al chico
-Estoy bien, gracias, ¿y tú?
-También
-¡Lo siento!- dijo él, levantando los vasos vacíos de café- ¡De verdad! Perdón, no te vi, tenía prisa y...
-No importa
-Lo lamento tanto
-Está bien, de verdad...
-¿Cómo te llamas?- preguntó éste
-Alice...- ella le sonrió- ¿Y tú?
-Nick...- estrecharon sus manos.
-Bueno, supongo que llevas prisa... 
-Oh, no, si quieres vamos a comprar otros vasos de café, tengo que reponer mi error.
Alice rió y a como estaba Brian de humor esa mañana, un café le serviría, así que aceptó.
-Bueno...
Y bajaron las escaleras directo a la cafetería
-¿Y dime, Alice, eres extra? ¿Actuarás?
-¡Que más quisiera yo actuar! Sólo soy asistente de Brian Epstein
-Así que vienes con los Beatles...
-Sí. ¿Y tú qué haces?
-Soy un extra. Estaré merodeando por los estudios mientras graban y también iré al teatro cuando sea la escena final
-Gritarás como un fan loco- dijo Alice
-Así es...- Ambos rieron.
Nick era un hombre bien parecido, elegante y guapo... Igual que Alice.

-Dos cafés por favor...- pidió Nick, recargándose en la barra.
-¿Dónde estudiaste actuación?- preguntó Alice
-No, no estudié... Sólo me ofrecí y me aceptaron. ¿Te gusta actuar?
-Demasiado.
-Seguro te darían un protagónico con tanta belleza que te cargas
Alice rió.
-Y eres risueña, ¿eh?
El café estuvo listo y Nick los tomó
-Si quieres yo los llevo- dijo Alice, tomándolos- Muchas gracias, Nick...
-Oh, por nada, y disculpa
-Sí, no te preocupes...

-¡Hey, Alice!- Paul iba llegando apenas y se acercó a ella- Hola- la besó
-Hola, Paul... Él es Nick
-¡Los rumores eran ciertos!- dijo Nick- ¿Eres su novio?
-Claro- afirmó Paul
-Pues qué suerte tienes...
-Lo sé, lo sé perfectamente- Paul rodeó la cintura de la chica...
-Bueno, ahora sí... Adiós, bonita- se despidió Nick, besándo la mejilla de Alice y yéndose en el acto
-¿Qué le ocurre? ¿De dónde lo conoces?- preguntó Paul
-Iba bajando las escaleras y tiró los cafés... Así que se ofreció a comprarme otros
-No tenía porqué hacerlo.
-¡Paul!
-Tú tienes dinero...
-Pero fue un acto de cortesía...
-Se hubiera fijado por donde caminaba- Paul tomó los dos vasos de cafés ayudando a Alice y subieron, platicando y olvidando el tema.

-Qué bueno que al fin llegas, Alice- decía Brian, tomando su café- Quiero que vayas con las de maquillaje y vestuario y confirmes si ya tienen listo todo para la próxima toma- bebió café- y asegúrate de que los otros Beatles ya estén aquí- Brian se fué.

Alice suspiró y tomó su cabeza y talló sus ojos
-¿Estás cansada? ¿Has estudiado?- preguntó Paul, abrazándola.
-No he tenido mucho tiempo... ¿Sabes, Paul? No creo poder hacerlo.
-¿Qué?
-Estudiar, entrar y trabajar al mismo tiempo... Esto al principio parecía fácil pero...
-Hay días buenos y otros malos, necesitas relajarte. 
-¿Y cómo, con tanto trabajo?
-Yo sé qué necesitas.
-¿Qué?
-Ya lo verás...
Alice vio el reloj
-¡Las 8:00! ¡Paul! ¡Ve a grabar!
* * * * * * * 
-¿Quieres algo de tomar?- se ofreció Paul, aventando las llaves y yendo a la cocina
-Agua, está bien...- Alice se sentaba en el sillón.
Paul regresó con dos vasos de agua
-Debería de estar estudiando y no aquí- dijo Alice
-No te presiones demasiado...
Bebían agua, sin decirse nada, sólo... estaban callados.
Minutos después, el silencio seguía siendo ensordecedor, Paul optó por besarla para quitar ese momento incómodo y para su suerte... Funcionó. Alice respondió, y muy bien, aquél beso.
Lo rodeó por el cuello y él por su cintura y no dejaron de besarse.
Se miraron a los ojos y sonrieron, después.
Alice se recostó en el sillón y Paul la abrazó.
-¿Tienes sueño? 
-Sí, creo que debería irme a mi casa- Alice se levantó
-No, quédate...
Tomó su abrigo y se lo puso
-Hasta mañana- Alice besó su frente
-Oye, Alice...- Paul le gritó antes de que saliera y la chica volteó, él se levantó y fue hacia ella, sólo para besarla de nuevo, cosa que la sorprendió.
Si bien, no pasaron 5 minutos y el beso estaba en otro nivel, para que estuvieran camino a la habitación de Paul, besándose con locura.
-Paul, mañana tenemos trabajo- le decía ésta, mientras Paul besaba su cuello
-Olvídate de eso...- Alice suspiró al sentir que Paul desabrochaba su falda por detrás.
-No... espera...
-Vamos, relájate... - insistía Paul.
La falda cayó al suelo y Alice quitó sus zapatos
-Pero, Paul...- Paul hizo que guardara silencio besándola en la boca mientras desabrochaba los botones de la camisa de la chica.
La tumbó en la cama, ya no le quedaba otra alternativa a la pobre (? 
-Déjame ir, Paul
Paul rió burlonamente, mientras bajaba las medias de la chica y las tiraba al suelo para acariciar sus suaves piernas y un poco más
Alice besó su cuello y quitó su camisa, resignándose, desabrochó su cinturón y quitó sus pantalos
La demás ropa fue cayendo poco a poco y ellos seguían jugando con sus besos y caricias por donde fuera, hasta que se encontraron haciéndolo.
Aquello era tan relajante para ambos, sus caderas sincronizaban muy bien, sus movimientos y cada rose de sus cuerpos.
 Paul podía escuchar las respiraciones y sonidos de Alice en su oreja, mientras ella acariciaba su cabello y arañaba su espalda.
El apogeo del acto llegó para los dos, la situación culminó como ambos querían que culminaran, siempre buscando placer el uno para el otro, y lo habían logrado, junto con un grito departe de Alice y un gemido por parte de Paul, los movimientos cesaron pero ambos habían llegado a donde querían llegar, al máximo placer.
-Paul...- la chica jadeaba, recuperando el aire, mientras Paul aun no salía de ella y se encontraba recostado sobre ella- Te amo... ¡Oh, cómo te amo!- Paul sonrió y por fin se separó de ella, recostándose a su lado.
Ambos sudaban. 
-¿Ya te sientes mejor?- preguntó él
Alice rió y asintió
-Podríamos hacerlo otra vez- propuso ella y ambos rieron, Paul aceptó la propuesta.

Y así pasaron las horas y las horas y dieron las 3 de la madrugada y a ninguno de los dos les quedaba la energía, tenían sueño y ahora sólo se miraban a los ojos.
Paul fue quedándose dormido, pero Alice lo impedía
-No te duermas...
-Tengo sueño- dijo Paul, con los ojos cerrados
-Paul... ¿Otra vez?
Paul rió muy suavemente
-Ya duérmete, Alice... - Paul acariciaba el brazo de la chica, sin abrir los ojos. 
-Oye...
Paul hizo un sonido.
-Te amo, Paul...
-Yo también te amo, Alice.
-Siento haber sido tan mala persona contigo todo este tiempo...- Paul no respondió.
Alice se resignó, estiró el brazo y apagó la luz de la lampara de noche y se acostó a un lado de él. Paul la rodeó con sus brazos y ambos se abrazaban más y más para que no hubiera espacio entre ellos.

martes, 13 de agosto de 2013

Veinticinco. Compromiso.

-Por favor, quiero que localices a él o la fotógrafa de la próxima portada y también que te encargues de ver lo de la película, ya comenzaron las primeras tomas pero creo que se cambiará la historia.
-Pero, Brian
-¡Ah y checa esto!- le dió más de 20 hojas a Alice
-¿Qué es?
-Respuestas a diferentes revistas que quieren entrevistas
-¿Y qué tengo que hacer yo?
-Sólo fírmales y déjalas en mi escritorio.
Brian salió de ahí.

Era lunes y como cada maldito lunes había demasiado maldito trabajo. 
Alice comenzó a firmar las cartas, John entró.
-¿Qué haces, Alice?
-Firmando papeles.
-Brian te trata como esclava ¿sabías?
-No, no lo hace. Es el mejor.
-Sí, es un buen hombre- John se sentó arriba del escritorio
-¿Qué quieres, Lennon? ¿No deberías de estar tocando tu guitarra con los demás?
-Debería, pero vine a proponerte algo...- Alice dejó de firmar y lo miró
-¿Qué cosa?
-Ayúdame a buscarle un anillo de compromiso a tu hermana
-¡¿QUÉ?! ¿Hablas enserio? ¡Pero John...!
-¡Nada de peros! La que tenga que decirme que no será ella, no tú. Anda, vamos...
-Pero tengo trabajo, vamos en la tarde.
-Ok, vengo por ti en dos horas- John salió de la oficina.
Alice vio el reloj y marcaban las 12:30 del mediodía.

* * * * * * * * * 
-¿Y cuándo se lo propondrás?- preguntaba Alice, caminando a un lado de John, caminando por las calles del centro, viendo tiendas.
-Probablemente en unos días.
-No creo que mi hermana está preparada emocionalmente para esto.
-¿De qué hablas?- se detuvo John.
-Aún piensa que soy una mala persona y está llena de... ¿miedo? 
-Yo pienso que me dirá que sí. 
-¡Mira!- Alice señaló una tienda cruzando la calle- Vamos ahí.

Cruzaron la calle y John abrió la puerta, ambos entraron. 
Alice miraba cada cómoda de aquella tienda
-Todo es tan hermoso aquí-dijo- ¡Mira, John!- John se acercó a ella- Esos son perfectos...
-¿Esos?- John señaló un par de anillos.
Alice asintió
-¿Crees que le gusten?- Alice asintió- Bien, me los llevo.
-¿No piensas buscar más?
-No, confío en ti.
* * * * * * * 
Esa noche, Alice llegó a su casa, donde estaba su hermana viendo televisión.
-¿Qué hiciste hoy?- preguntó Eleanor- ¿Cómo va tu vida después de todo este asunto?
-Más normal que nunca- dijo Alice, preparando la cena- Me siento muy libre.
-Me imagino. ¿Piensas volver a actuar?
-¡Pero claro!
-¿Volverás a la escuela de París?
-No, buscaré alguna de aquí.
-¿Lo haces por Paul?
-Sí, no pienso dejarlo.
-No debería de detenerte, París siempre fue tu lugar.
-No me importa París.

Sonó el teléfono.
-Es para ti- dijo Eleanor, Alice caminó hasta el teléfono.
-¡Paul!- saludó, sonriente...-Claro, estaré ahí en 5 minutos... Yo también...- Colgó- ¡Me largo!
-¡¿QUÉ?!- Gritó Eleanor- ¿A dónde?
-No me esperes...

* * * * * * * * 
Y en efecto, pasaron dos días y John organizó una cena con los demás Beatles y unos cuántos amigos como Astrid Kirchherr y alguien a quien nadie esperaba ver, mucho menos Alice.
-¡BREANA!- Alice gritó al verla de lejos
-¿Alice?
-¡Breana!
-¡Oh, Alice!- Se abrazaron- ¡¿Qué haces aquí?!
-Trabajo para los chicos y... soy novia de Paul y... ¡¡TÚ!!
-Lennon me encontró o yo lo encontré a él y me invitó. ¿Novia de Paul?
Alice asintió
-¿Desde cuándo?
-Algunas semanas...
-¡Mírate! Estás hermosa. 
-Y tú, no has cambiado nada.
-¿Dónde estás viviendo ahora?
-Aquí, en Londres. ¿Y tú?
-En Hamburgo, aún. Me quedé con Stuart, Klaus y Astrid...
-No los conozco.
-Bueno, vine con Astrid.
-¡Oh, cómo te extrañé!- se volvieron a abrazar. 

Se escuchó el sonido de una copa estrechar con una cuchara. Todos voltearon a ver a John. Hubo un silencio absoluto en la sala
-¿Eleanor, quieres ser mi esposa?
Todos se quedaron en silencio al menos unos 5 minutos. Alice comenzó a reír.
Todos la vieron e intentó calmarse
Paul comenzó a reír también pero ambos guardaron silencio cuando John volvió a preguntar
-¿Eleanor, quieres ser mi esposa?
Eleanor estaba boquiabierta, viendo aquel anillo tan hermoso frente a ella.
-Yo... Esto es tan imprevisto...
-Sólo di que sí.
Alice rió a carcajadas...
-Con permiso...- dijo Alice a varias personas de ahí, saliendo al patio seguida por Paul.
Ambos rieron a carcajadas cuando estuvieron una vez afuera.
-¡Jajajaja!
-Espera... Paul... - seguían riendo- me falta el aire...
-¡¿Eleanor, quieres ser mi esposa!?- Paul imitó a John y ambos rieron más.
Minutos después se fueron calmando, se sentaron en un escalón en medio del jardín.
-Diablos, John es tan imprudente.
-Te apuesto a que mi hermana ya le dijo que sí.
-Fue lo más raro que he visto.
-Fue divertido. 
Paul sacó una caja de cigarrillos y le ofreció uno a Alice, ayudándola a prenderlo y luego prendió el suyo.
-Al menos ahora tendré la casa para mí sola. 
-¿Cuándo crees que sea la boda?- preguntó Paul
-Conociendo a John, en un mes.
-Pero estaremos muy ocupados en un mes... Apuesto que en menos tiempo.
-¡Hey! ¡Breana está aquí!
-Sí, la vi. Está idéntica. 
-Me alegra verla.
No platicaron más.
-¿Alice?- dijo Paul después de unos minutos- Llegó una carta a mi casa desde París. 
-¿Y...?
-Deberías de volver a actuar.
-No voy a volver a París. Todos me odian allá... Además...- lo volteó a ver- Aquí te tengo a ti.
Paul sonrió, la rodeó por los hombros.
-Deberíamos de volver a ver qué pasa.

Se levantaron y al entrar todos estaban hablando o con John o con Eleanor, ésta lucía un carisimo anillo de compromiso.
-¡Hermano!- se acercó Paul a John- ¡Felicidades!- se abrazaron
-Oh, gracias
-¡Qué feliz me siento por ti!
-¡Me voy a casar, hombre!

Y todas las chicas de ahí miraban el anillo de Eleanor con un tanto de envidia.
La cena terminó, Eleanor se quedaría esa noche en casa de John.
Así que Paul se ofreció a llevar a Alice a su casa junto con George y Amy.

-Me alegro por ellos- decía Amy
-Jamás vi a John tan entusiasmado con alguien- dijo George
-Jamás creí que John se casaría- dijo Paul
Alice rió.
-¡Oigan! ¿Qué hay de Astrid?- preguntó Alice.
-Oh, es la ... viuda... de Stuart- contestó George
-¡¿Qué?!- gritó Alice
-Stuart Sutcliffe.
-¿Él... él... murió?
George y Paul asintieron.
-Oh, no... ¿Cuándo?
-Hace dos años de un tumor en la cabeza
-Qué... qué mierda- dijo Alice- No lo puedo creer...- Alice cubrió su boca y se quedó muy pensativa. Stuart había sido su primer novio a pesar de haberla engañado, lo había querido.
Paul la abrazó.
-Creo que es hora de irnos- dijo George
-Adiós, chicos- se despidió Amy y ambos salieron de ahí.

-¿Porqué no me lo dijiste?
-No lo recordaba
-¿Dónde está él?
-En Liverpool... Todos sufrimos cuando ocurrió.
-¡¿Porqué no me lo dijiste?! Mierda, Paul.
-¡No lo recordaba!
Alice lloró. 
-Tranquila, Alice...- Paul la consolaba. 
Cuando esta se tranquilizó, ambos se sentaron en la sala a mirar un poco de televisión. 
Alice se fue quedando dormida en los brazos de Paul y este lo noto, así que apagó la televisión y ambos fueron a la habitación a dormir. 
A la mañana siguiente, Alice despertó muy temprano y vio a Paul dormir, lo miraba muy despacio, se acercó y acarició su cabello lo que hizo que Paul despertara y sonriera. 

Veinticuatro.

Pero el 22 de febrero tuvieron que regresar a Londres a las 7:00 AM, con aproximadamente 10 mil fans esperándolos en el aeropuerto de Heathrow.
Estaban felices de volver, había sido casi un mes fuera de su país, llenos de conciertos, programas, giras, conferencias, etc, etc.

No sabían nada de Alice. Se supone que regresaría 5 días antes pero ni una llamada había hecho.
Estaban en casa de Brian esa tarde, festejando junto con Amy y Eleanor. 

-¿Y dónde está Marianne?- dijo Eleanor, sentada en las piernas de John 
-En París- dijo Paul
-¿No te han contado?- preguntó George, volviendo de la cocina, abrazado a Amy
-¿Qué?- preguntó Eleanor, dandole una calada al cigarro.
-Paul y Marianne...- George guiñó el ojo
-¡Nooo! ¿Es enserio?- dijo Eleanor, contenta
Paul asintió
Eleanor soltó un grito de entusiasmo y casi hace que John tirara su bebida.
-¡Qué bueno!- dijo Amy- Me pregunto qué diría Jane a todo esto- rió
-¿La has visto? No me gustaría que se quedaran así las cosas- dijo Paul
-Oh, sí, estuvo buscando a Clare hace días, dijo que iría a tu casa apenas llegaras.
-Hablaré con ella.
-¿Y estás así de cabizbajo porque no has visto a Marianne?- preguntó Eleanor.
Paul asintió.
-¿Sabe? Creo que mejor me voy a mi casa, estoy cansado- dijo Paul, dejando el vaso en la mesa y el cigarro en el cenicero. 
-¡No te vayas, hombre!- dijo Ringo.
-Los veo luego.

Salió con su maleta de la casa y pidió un taxi para llegar a su casa. 
Y vaya sorpresa, en efecto estaba Jane sentada en el porche, esperándolo.
-¡Paul!- caminó hacia él y lo abrazó
-Jane... Qué bueno que te veo, tenía que aclarar las cosas
-No hay nada que aclarar, Paul. Fui una tonta en armarte un escándalo así aquella noche, además, este tiempo que no he estado contigo me has hecho mucha falta, Paul
Paul bajó la mirada
-Ven, vamos adentro, Jane...
Entraron a la casa y se sentaron en la sala.
-Quería que quedáramos bien por que... Bueno, eres muy buena gente y yo... Quiero que sepas que jamás tuve nada con Marianne
-Te creo, Paul. Pero, hablemos de eso después ¿cómo te fue?
-¡Excelente! Jamás vi tanta "Beatlemania", como ahora la llaman
-Oh, sí, Beatlemanía...- Dijo Jane con entusiasmo.
Se quedaron callados unos minutos.
-Paul ¿te parece si empezamos de nuevo?
-¡¿Qué?!
-Sí. Siento que lo nuestro pudo haber llegado muy lejos.
-Lo siento, Jane, yo... 
-¿Qué?
La miro a esos ojos azules tan inocentes y ese cabello tan rojo... 
Sonó el timbre.
-Espera, iré a abrir...
Paul abrió la puerta y en porche estaba Alice, rubia, sin los anteojos, con un saco grande gracias al frío y un cigarrillo en la mano.
-¿Alice?- Preguntó Paul, caminó hasta ella y la abrazó- Estás tan diferente... te ves... hermosa...
-Paul, soy libre- sonrió y se besaron. 
Jane veía por la ventana de la casa
-Estás hermosa, Alice.
Alice lo abrazaba por el cuello.
-Me preocupé por ti.
-Se prolongó el juicio, pero ya estoy aquí...
Alice la abrazó.
-Jane está adentro de la casa.
-Oh, no...
-¿Quieres pasar?
-No...- Dijo Alice, cortante, soltando su cuello- No, mejor, iré a explicaré a mi casa a...- Alice se alejaba, tomando sus maletas
-¡Alice!- Paul la jaló, delicadamente- Vamos adentro.

Pero cuando abrieron la puerta, Jane se iba, con lágrimas en los ojos.
-Adiós, Paul- Bajó las escaleras del porche
-¡Jane!
Paul quiso alcanzarla pero Alice se lo impidió.
Y así la vieron irse.
-Alice...- la miró- Eres hermosa, Alice... 
Ella sonrió.
-Mira, ven...- Cerraron la puerta y subieron a la habitación de Paul, éste sacó una foto de un cajón donde estaban ellos dos, en Liverpool, Alice con su uniforme y Paul como Teddy Boy, sonriendo los dos.
-Diablos, era horrible- dijo Alice, Paul rió.
Se sentaron en la cama
-Siento no haber llegado a tus últimos conciertos- dijo Alice, acercándose al rostro de Paul
-No te preocupes por eso...- Suspiró- Estás irreconocible, Alice. Tan tierna, tan... dulce y ...
Alice besó el cuello de Paul
-Pensé que jamás llegaría este día- dijo ella.
-Le debes la vida a Brian- ambos rieron.
-Debo irme, Paul. Tengo que ver a Eleanor y ... darles alguna explicación a los chicos.
-No les digas nada de esto. Sólo llega y di que eres la nueva asistente de Brian.
Alice rió.
-Soy exactamente igual a "Marianne"
-No, eres muy diferente.
-¿Crees que me crean?
-Ni siquiera se darán cuenta.
-Lo pensaré... Mientras...- se levantó de la cama- Debo irme
-No te vayas. Quédate aquí.
-Pero y Eleanor
-Ella seguro está con todos en casa de Brian o sino con John
-Pero...
-Quédate... ¡Tengo que mostrarte algo!...- 
Paul caminó y tomó su guitarra
-Te compuse una canción.
-¡¿Qué?!
-Teníamos que componer canciones, tú sabes, para el próximo disco y la película y todo eso
Paul se sentó en la cama y comenzó a tocar y cantar "And I Lover Her"
Alice se quedó anonadada al  terminar la canción.
-Has hecho que me quede.
Paul rió.
-¿Te gustó?
-Es hermosa...- Rodeó su cuello, se miraron a los ojos y sonreían. Alice comenzó a besarle. ¡Oh, cómo había deseado eso Paul! 
-Espera...- dijo Paul entre besos, pero Alice no hizo caso... 
Paul quiso advertírselo pero la guitarra se cayó de la cama cuando éstos se recostaron en ella.
Alice rió.
-Alice...- Paul la separó de él cuando ésta intentaba quitarle la corbata
-¿Qué pasa, Paul?
Alice besaba su cuello
-Alice... Estoy algo cansado- Alice se alejó. 
-Iré al baño a cambiarme para dormir, entonces...
-No, Alice...
Pero Alice ya estaba en el baño, cambiándose para dormir.
Paul cubrió su cara con ambas manos. "Qué tonto" se dijo.
-¿Y tú no te piensas cambiar?- preguntó Alice saliendo del baño.
-No entiendo porqué te cambiaste de ropa en el baño.
-Supongo que porque estás cansado- respondió, destendiendo las cobijas- ¡Oh!- se detuvo- ¿Quieres que me vaya a dormir a otro cuarto?- preguntó con un tono un tanto sarcástico
-No exageres, Alice- Paul rió, quitándose la camisa.
Paul apagó la luz y entró a la cama luego de un rato, abrazando a Alice.
-Te extrañé- le dijo.
-Yo también, Paul.
Besó su hombro.
-Duérmete, Paul, estás cansado...
Paul rió.
Y de su hombro pasó al cuello
Alice rió.
-No, me dan cosquillas, para... 
-¿Enserio? No fue buena idea decirme eso...- Paul continuó y subió hasta su boca.
Pero Alice se vengó.
Dejó de besarlo y se dio media vuelta.
-Buenas noches, Paul.
-¡Ay, vamos, Alice! ¡No lo decía enserio! 

lunes, 12 de agosto de 2013

Veintitrés.

-¿Oigan dónde está Paul?- preguntó Brian, en los estudios de Ed Sullivan Show, mientras George afinaba su guitarra al igual que John y Ringo practicaba algunas lineas de guitarra. Era un día después de lo sucedido.
-Creo que sigue en el hotel- dijo John
-¿Y Marianne?
Nadie respondió
-¿Pasaron mal la noche o qué les pasa?- preguntó Brian- Se ven muy serios...
Nadie volvió a responder. Brian se encogió de hombros y dio media vuelta, dirigiéndose a la entrada.
Los otros tres se miraron y luego rieron.

Brian se encontró a Paul y Alice entrando a los estudios, tomados de la mano, riéndose
-¡Paul! ¡Marianne! Qué bueno que llegan, Paul, los demás chicos están ensayando, Marianne, ven conmigo, hay trabajo...- Tomó de la mano de Alice y caminó pero al ver que ella no avanzaba se fijó que su mano derecha estaba estrechada con la de Paul

-Paul, suéltala... 
-Brian, queríamos hablarte de algo...- dijo Paul.
-Ahora no tengo tiempo, Paul.
-¡Es urgente!
Brian suspiró
-Ok, vengan...

Los tres caminaron hasta una oficina donde habían al menos dos mujeres llevando, leyendo, trayendo papeles.

-Marianne y yo... - Paul pensaba como decírselo- Marianne y yo somos novios.
Brian, que tenía sus brazos cruzados y estaba recargado en un escritorio, frunció los labios y los miró.
-¿Y yo qué tengo que ver en todo esto?- preguntó Brian
-Necesitaba pedirte un favor- dijo Alice.
-¿Ahora?
-Sí, ahora, Brian.
-Ok, ¿cuál?
-Paul me ha dicho que tienes muchos contactos, conocidos, influencias y todas esas cosas, a lo mejor podrías ayudarme a ... quitarme algunos cargos
-¿Qué? ¡¿Legales!? ...- Alice asintió- Paul, sal por favor y dile a esas mujeres que salgan también.
-Pero...
-¡Sal de aquí!

Paul salió junto con las demás señoras y se recargó en la pared, viendo desde la ventana como Brian y Alice hablaban. 
Al parecer Alice le estaba explicando todo, pues no paraba de hablar, Brian sólo escuchaba...

* * * * * * * * * * *
-Era una mañana, cuando yo regresaba de Paris, no pensaba en avisarle a mi madre que iría para que fuera una sorpresa, entonces cuando llegué encontré el cuerpo de mi madre y el de mi hermana tirados en la sala, escurriendo en sangre, pensaba que se habían desangrado pero miré y había una pistola... Entonces me hinqué y ni mi hermana ni mi madre seguían vivas. Tomé la pistola y fue cuando escuché a la policia llegar. Salí de la casa muy asustada a pedirles ayuda pero lo primero que hicieron fue tomarme de las manos, ponerme unas esposas y subirme a un auto de policia. Desde la ventana pude ver que entraban a la casa. Horas después llegó una ambulancia y ya no pude ver más porque me llevaron hacia ...
-Espera, Alice... ¿No pudiste negarte? No entiendo nada. ¿Sólo llegaron y te arrestaron?- preguntó Paul
Alice asintió
-Eran demasiados hombres, Paul. Estoy segura de que fue Cristian Colville
-¿Quién es él?
-Un empresario. Me acosté con él un par de veces y su esposa se enteró, entonces le pidió el divorcio. Cuando nos volvimos a ver me lo contó y me dijo que jamás se había sentido tan infeliz. Su esposa le había quitado a sus tres hijos y...
-¡¿Qué?!
-Por eso me odia. 
-¿Sólo por eso?
Alice asintió.
-O pudo ser Bernard Bardot. Pasó lo mismo, su esposa se enteró y fue a mi casa a buscarme, nos peleamos y Bernard me dijo que esto no se quedaría así.
-¿Porqué te acostaste con ellos?
Alice se encogió de hombros.
-Estaban casados, Alice...
-El punto es que sospecho que Cristian quizo vengarse.
-Pero no creo que por algo así haya matado o mandado matar a tu familia.
-No lo conoces... O tal vez fue el profesor de teatro donde estudiaba yo, intentaba acosarme y lo acusé con el director, entonces lo despidieron y días después fue a mi casa, nos peleamos, se cayó de las escaleras y se rompió una pierna...
-¡¿QUÉ?!
Alice rió.
-Es de verdad...
-Es tan ridículo.
-No es ridículo, en verdad pasó todo eso, Paul...
-Mañana hablaremos con Brian.
-¿Crees que pueda ayudarme?
-Claro. Ya te dije. Él conoce a muchas personas, te contratará un buen abogado y podrás salir de todo esto.
-Pero...
-Incluso podrías volver a París y volverías a ser tú misma y a actuar...

* * * * * * * * * *
Alice salió de aquella oficina con una sonrisa después de abrazar a Brian.
-Listo.
-¿Qué te dijo?
-Nada, volaré a París con uno de los mejores abogados de Londres y Brian me asegura que regresaré libre de todo cargo o culpa...
-¿Cuándo irás?
-Dentro de dos días.
-Pero yo seguiré aquí.
-Volveré a aquí.

sábado, 10 de agosto de 2013

Veintidós.

El 7 de febrero llegó y también la partida a Estados Unidos y la llegada a Nueva York con más de cuatro mil fans esperando a The Beatles en el areopuerto John. F. Kennedy.
A Alice le tocó compartir los asientos de avión con George.

-¿Qué pasa contigo y Paul?- Preguntó George... Pero Alice estaba distraída, pensativa y triste-¡Marianne!
-¿Qué?... Oh, lo siento, George... ¿Qué decías?
-¿Qué pasa contigo y Paul?
-¿Por qué?
-No se han hablado desde ... hace tiempo.
-Oh, claro que sí.

En el avión se escuchó que pronto aterrizarían y cuando bajaron fue uno de los momentos más estresantes pero conmovedores del viaje. Los gritos de las fans ensordecían a todos. Los Beatles saludaban al bajar.
Después vino la esperada conferencia de prensa. 
Alice, como siempre, esperó en el hotel.

Era el sueño de los chicos, y hasta de ella misma, ir a Estados Unidos y parecía que ella era la única que la estaba pasando mal.
Necesitaba hablar con Paul. ¿Pero cómo? Él iba a estar demasiado ocupado todos estos días y no creía que fuera ocasión  hablar asuntos de ese tipo.

Se escuchó que la puerta se abría. Era Brian.
-Los chicos vienen hacia acá, pero George ha enfermado. 
-¿¡Qué?! ¿De qué?
-Parece que tiene gripe. Ya se repartieron habitaciones, esta vez te quedas tú con Paul, John con Ringo y George solo. La habitación única, como siempre, iba a ser para ti, Marianne, pero espero entiendas que George puede contagiar la gripe a cualquier otro y...
-Sí, sí, entiendo Brian.
-Ok. Gracias. En seguida venimos...- Brian salió de la habitación. 

Alice se quitó la chamarra y se sentó en la orilla de la cama.

Minutos después la puerta se volvió a abrir y era Paul con sus maletas.
-Paul...- Ésta lo siguió hasta el vestidor- Compartiré habitación contigo.
-Pues debe ser un error. Yo no dormiré contigo- Salió de la habitación y se dirigió a la puerta...
-¡Paul!

Alice no lo alcanzó. 
Paul era el hombre del que había estado enamorada desde que era una adolescente, amaba a Paul y le dolía que se comportara así con ella.
No quedaba otra. Hablaría con él esa misma noche.

Pero desafortunadamente no fue así.
Los días pasaron, The Beatles dieron sus conciertos, aparecieron en el Show de Ed Sullivan como todos sabemos.
Día tras día y Paul había logrado cambiar de compañero de habitación.
Fueron a Miami al Show de Ed Sullivan de nuevo.
John y George salieron a la playa, Ringo salió a dar una vuelta a la ciudad y Paul acomodaba sus cosas pues en unas horas se irían a ensayar.

-¡Marianne! ¿No vienes? - preguntó John- Estos últimos días te hemos visto muy decaída, seguro venir a la playa te anima un poco.
Alice lo pensó un momento.
-Bueno, no me haría daño...- Se puso bikini y alistó sus cosas para salir a la playa con John y George... Obvio los dejó boquiabiertos.
Ya saliendo del hotel también se encontraron a Paul y Ringo llendose a la playa
-Wow, Marianne, qué guapa- dijo Ringo
-Gracias- rió Alice. Paul sólo la miraba.

Salieron a las playas de Miami donde obvio las chicas corrieron a con ellos.

Comenzaron a jugar en el mar, a aventar agua entre ellos cuatro mientras Alice tomaba fotos.

-¡Marianne!- gritaba John- Ven al mar...
-No, yo no...
-¡Anda!- John se acercó a ella, jalándola
-¡John la cámara se mojará!
-¿Qué importa? Mañana te compro otra... 
Alice tiró la cámara sobre su toalla y fue a jugar con los demás.

Esa noche no le quedó de otra. Paul había salido con los demás y regresaría hasta tarde a la habitación, ahora sí, no se había salvado, ya no pudo cambiar de habitación y le había tocado con Alice.

Ella lo esperaba sentada en un sillón con una copa de cognac en la mano y un vestido negro. 
-Alice...- Se sorprendió al prender las luces- Pensé que habías salido con...
-¿Estás ebrio, Paul?
-No.
-Bien, porque necesito hablar contigo.
Paul bufó.
-¿De qué?
-Ya sabes de qué...- Alice se levantó y le sirvió una copa a él- Siéntate
Paul se sentó y Alice le pasó la copa.
-Paul... No sé cómo empezar esto.
-Sólo habla. 
-Primero, gracias por no decirle a Brian nada ni a nadie... 
-Olvídalo.
-Segunda...- Alice suspiró, se tomó el resto de la copa para tener más valor luego dijo- Podría pasar el resto de mi vida a tu lado.
Paul se quedó mudo.
-¿Qué?
-Lo que oyes. Siempre estuve enamorada de ti y tal vez siempre lo estaré.
Paul tartamudeó y aclaró sus pensamientos.
-Alice, eres una mujer hermosa, muy hermosa y sabes que te aprecio... Pero gracias a ti perdí a la que tal vez sería la mujer de mis sueños y tu reputación no es muy buena... Yo...
-Paul, por favor, dame una oportunidad, sólo... sólo te pido que olvides todo lo que sepas de mí y me creas cuando te digo que yo no sería capaz de hacer una cosa así.
-¿Entonces porqué te culpan?
-Porque me encontraron en la casa cuando encontraron a mi madre y ... yo... 
-¿Y porqué no te declaras inocente o algo así?
-Porque me quieren en la cárcel. Es una larga historia, arruiné la vida de un ... un... hombre que no vale la pena mencionar su nombre y quiere verme arruinada a mí también aunque no sabe que ya lo estoy. Tuve que escapar de París, de mi carrera de... todo... Y tú me tachas de algo que no soy y tratas todo esto sin delicadeza sin saber como me siento yo y como siento que me culpen por la muerte de mi propia familia, es algo tan...- Alice comenzó a sollozar- tan ... horrible. No tiene sentido Paul ¿porqué haría algo así?- lloró de verdad- Sólo quiero mi vida de antes... Tú no entiendes. ¡Me siento tan mal por haber arruinado tu relación con Jane! Y por haber hecho que dejaras de quererme, yo...- Alice rodeó su cara con sus brazos, no podía hablar bien gracias al llanto.
-Alice...- Paul se inclinó un poco en su asiento y acarició su cabello, luego se sentó a su lado y la rodeó con sus brazos.
-Paul, perdóname, Paul...
-No, perdóname tú a mí... Tranquila. 
-Paul...
-Alice...
-Por favor, sólo quiero estar contigo.
-Alice...- Alice lo volteó a ver- Te amo, Alice.
-Yo también te amo, Paul.

Se miraron a los ojos y se besaron.

viernes, 9 de agosto de 2013

Veintiuno. La descubrieron :B

Pocos días antes de partir a América, cuando Alice ya tenía sus maletas hechas, ella se encontraba haciendo la comida mientras Eleanor estaba arreglándose
-¿Crees que exagero con este vestido?- preguntó Eleanor.
-No, te ves muy bien. ¿Crees que exageré con la sal?- Eleanor probó la sopa
-No, sabe muy bien.
-¿A qué hora vendrá John por ti?
-En 20 minutos. ¿Te das cuenta? ¡Una entrevista!Es como si me fuera a presentar como su novia ante el mundo.
-Es lo que hará- dijo Alice
-¡Qué ánimos me das, hermana!
-Todo saldrá bien. Él te ama.

Sonó el timbre. 
-¡Es él! ¡Es él!- Eleanor gritaba
-Tranquila...
-Abre la puerta tú, yo iré a ponerme más perfume.
-¡No, Eleanor! No te hace falta perfume, un poco más y exageras.
-Ok, entonces...
-Relájate.¡Toma aire!- Eleanor se calmó. 
-Listo- sonrió- Abriré yo. Adiós hermana - Besó la mejilla de Alice.
-Cuídate y ten cuidado con lo que le dices a la prensa.
-Tengo todo ensayado.

Eleanor, en efecto, abrió la puerta y se encontró con John
-Hola- la saludó
-John
-Luces hermosa- La besó
-Gracias
-¿Nos vamos?
-Claro- Salieron de ahí, justo a un foro para un programa de televisión donde los entrevistarían.

Alice, mientras, terminaba la comida. Eran las 5 de la tarde cuando se sirvió un plato, mientras esperaba a que su hermana saliera en televisión.
Comenzó el programa. 

* * * * * * * * 
-John, estoy muy nerviosa
-Tranquila, Clare... Sólo muestrate segura. Ven, vamos...- Tomó su mano y aparecieron frente a una conductora.

-John, Clare, gracias por venir- Se sentaron junto a ella
-Gracias a ustedes por invitarnos- dijo Clare.
-¡Clare!... Cuéntanos, ¿cómo has llevado todo este asunto de tu noviazgo con un Beatle?

Eleanor tembló.
-Pues... Yo... Mi vida ha sido normal.
-¿No piensas desmentir el rumor? ¿O es cierto lo que dicen? 

Eleanor se quedó callada por muchos minutos.

-Bueno, dejaremos esa pregunta para después- El publico en el foro pedía que la contestara ya. 
-¿John? Están a punto de irse a América ¿no es así?
-Oh, sí es así.
-¿Qué es lo que sientes respecto a eso? 
-Bueno, el grupo en general estamos muy emocionados...
* * * *  * * * * * 
Timbraran con desesperación.
-¡Ya voy, ya voy!- Alice se exaltó y corrió hasta la puerta para abrirla y que dejaran de tocar de esa forma.
-Paul...- dijo asustada. 

No era el Paul de siempre, Paul había entrado rojo de coraje, enfurecido
-¡Paul!- Había azotado la puerta y después tomado a Alice de los brazos para azotarla contra la pared- ¡Paul!
-¿Con que eso era no? 
-¡¿Qué?!
-¡Tú mataste a tu familia!
-¡¿Qué?! ¡Paul, me lastimas!- La volvió a azotar- ¡Suéltame! 
Paul la soltó.
-No sé de qué me estés hablando
-¡Por dios, Alice Cook! ¡Tú mataste a tu madre y a tus dos hermanas! ¡Por eso te escondes! ¡Por eso huiste de París! ¡Por eso fracasaste en tu vida! Maldita asesina- Alice abofeteó a Paul, dejando su mejilla sonrojada.
-No te permito que vengas a mi casa y me grites, me maltrates y me taches de algo que ¡No! soy.
-Sí, sí lo eres. Y esto lo va a saber la policía...
-¡No! ¡Paul! ...- Paul iba a llegar al teléfono cuando Alice lo golpeó en la cabeza con una lámpara, haciendo que cayera al suelo, inconsciente.

* * * * * * * * 
-¡Ya lo escucharon! Primero aquí que en otro lugar. ¡Lennon y Cooper! 
Eleanor se sonrojó.
-¡Gracias por aclarar que tienen una relación!- dijo la rubia conductora- La intriga nos comía a todos.
John y Eleanor no sabían que decir.
-¿Porqué no querían confirmarlo?
-Bueno, yo en una parte porque las fans podrían estar molestas conmigo- Dijo Eleanor.
-Pero si las fans te adoran!- se escucharon gritos de ánimo en el foro- ¡¿Lo ves?! ¿Verdad que todas adoramos a Clare Cooper?
Las fans siguieron gritando positivamente.
-Todas opinamos que eres la mejor para John.
-Gracias- dijo Eleanor, sonriénte.
-¿Y a qué te dedicas,Clare? ¿Cómo se conocieron tú y John?
-Bueno, yo trabajo en las oficinas de Abbey Road Estudios, y John y yo nos conocimos gracias a mi hermana, que es asistente del representante de The Beatles.
-¿Hablas de Marianne Cooper?
Clare asintió, nerviosa.
-¿Hablas de ella... - En la pantalla se mostró una foto de Alice abrazada de Paul. Eleanor se sobresaltó. 
-¡Hey, ese es Paul!- dijo John.
-Entonces me supongo que la belleza no es de familia- dijo la conductora, todos rieron, menos Eleanor y John.
-¿Ella mantuvo o mantiene un romance con Paul?
-¡Claro que no! Él está con Jane Asher...

John se empezaba a fastidiar, era un programa absurdo.
-Pero se les vio muy juntos a tu hermana y a Paul hace días, en París.
-Bueno, no creo que deba meterme yo en esos asuntos.
-Mejor pregunten todas esas calumnias a Paul- dijo John

* * * * * * * 
Alice veía el programa, mientras esperaba que Paul despertara, lo había recostado en el sillón.
Sintió sus movimientos y lo miró.
-¿Alice?- preguntó Paul...
-Paul... Lo siento... tuve qué hacerlo
Paul se tocó la cabeza y le dolía
-De verdad lo siento, pero, tú te lo buscaste.
Paul se sentó en el sillón, cansado y adolorido.
-Será mejor que te recuestes ¿quieres ir a mi cama a dormirte? Te hará bien.
-No. No puedo estar aquí...
-Paul, por favor, si te calmas podré explicarte todo... Ven...- Alice tomó de su brazo y apagó el televisor para ir a su habitación y recostar a Paul en la cama.
-Hace frío aquí...- Dijo Paul, Alice le quitó la camisa, tenía pequeñas manchas de sangre que había escurrido por su nariz.
Alice se sentó en la orilla de la cama.
-Cuando estaba en Francia y ustedes en Hamburgo, tomé unas vacaciones y regresé a Liverpool para visitar a mi familia, cuando... Cuando yo... - Alice quería contarle todo a Paul pero simplemente no quería.
-¡Habla, Alice!
-Paul... sólo te diré, que yo no maté a mi familia, ¿estás enfermo? ¡Jamás haría una cosa como esa! Si me escondía era porque me inculpaban de algo que yo no hice. Me culpaban a mí, si me descubrían me llevaban a la cárcel injustamente  
-¿Y por eso te escondes?
-Sí.
-No te creo.
-Paul, no creas que soy una asesina, por favor. ¿Quién te dijo esas calumnias de mí?
-Las leí.
-¿Qué?
-En un periódico francés que encontré en casa de los padres de Jane.
-Por eso tuve que huir de Francia y dejar mi carrera. Por favor... Paul...- Alice subió a la cama y lo abrazó.
-¡Suéltame! 
-Paul, mírame- Alice tomó su rostro- No creas eso de mí, me duele que lo pienses
-No tiene que dolerte. Tu no me quieres. No te importo.
-¡Paul...- Alice tomó valor- Yo te amo, Paul! 

Éste la miró incrédulo. Sonó el timbre y Alice bajó a abrir.
-¿Me puedes explicar lo que vi en la televisión?
-¡Jane!
-¿Estuviste con mi novio?
-¡¿Qué?!
-No te hagas la que no sabes, Marianne, lo vi todo. ¿Dónde está él?
-¡Jane, cálmate!

-¡Paul! ¡Paul! ¡Paul!- Jane buscaba en toda la casa como loca, hasta que llegó y lo encontró en cama de Alice, cubierto solamente hasta el torso, mostrando su pecho descubierto. Se cubrió la boca con ambas manos.
-¡Paul!- Paul la miró
-¡Jane!
Ella caminó hasta la puerta pero Paul la alcanzó
-¡Jane, no es lo que parece! 
Jane salió de la casa y subió a su auto.

Se había hecho de noche y estaba lloviendo, Paul corrió hasta su auto
-¡Paul, te enfermarás!
-¡Tú cállate, maldita asesina!- le gritó a Alice
-¡Jane, abre la puerta del auto! ¡Amor, déjame explicarte!

Jane arrancó el auto y Paul volvió a la casa.
-¡Gracias!- dijo enojado a Alice- ¿Dónde dejaste mi camisa?
-La quemé
-¡¿Qué?! 
-Paul... no pienses que yo...
-¡BASTA!- Paul gritó- ¡No quiero saber nada más de ti! Le diré todo a Brian en cuanto pueda y haré que te despida. No sé como pude amarte. Y no te creo nada. Tú no me amas. Quédate con tus cuentos y que nadie te los crea.

Paul cerró la puerta de la habitación de Alice con seguro.
Ella se sentó a llorar afuera de ésta.